
Octubre es el mes de puesta en marcha de las actividades del Centro Arrupe. Aunque tardía, la primera conferencia, la inaugural, la hemos celebrado este jueves 23. El conferenciante ha sido Francisco José Ruiz Pérez, jesuita, actualmente trabajando como teólogo en la Universidad de Deusto en Bilbao. El P. Ruiz Pérez es un reconocido especialista en espiritualidad ignaciana y ha querido proponernos una reflexión sobre el papel que lo ignaciano puede aportar a este tiempo de cambio social.
A lo largo de la conferencia, él ha querido centrarse en dos características del momento en que vivimos: la superficialidad y el individualismo. Él piensa que ante estas dos actitudes el cristianismo tiene en su seno respuestas: la contemplación frente a la superficialidad y la comunidad frente al individualismo. Pero lo que él ha querido señalar es que en la espiritualidad ignaciana encontramos dos herramientas fundamentales que pueden ser antídoto ante los peligros de este tiempo. Para afrontar la superficialidad, él propone el papel del examen, como un instrumento de profundización y de transformación a los ojos de Dios. Y para evitar el individualismo, él sugiere abrirse al diálogo y al discernimiento a través de la conversación espiritual, como camino de encuentro y de escucha acogiendo la presencia del Espíritu.
Vale la pena escuchar esta reflexión que nos ayuda a encontrar fundamentos para una época de cambio.
